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martes, 13 de abril de 2010

A JUAN ANDRES Y MARIO ALBERTO




Los abracé
mientras lloraba
con una cálida
sonrisa
dibujada
en mis lábios.
Compartí
sus inquietudes,
sus desvelos
y sus incipientes
nostalgias.
Nos miramos
a los ojos
sin rencores
ni malos rollos...
¡ Hijos míos,
és mi vida
y quiero
vivirla...!



3 comentarios:

  1. Me emociona leerte hablándole a tus hijos. Creo que el mejor legado que les podemos dejar es el ejemplo de que en la vida hay que buscar la felicidad pues vivir con temor es vivir a medias. Siento amor por ti , pero también una profunda admiración, hay pocos hombres con la dignidad y la bondad que tú posees.
    Te amo y estoy agradecida y feliz
    por tu valentía y tu amor.
    Siempre contigo
    Cecy

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  2. La felicidad, amor, es el don natural que debemos dar como ejemplo a nuestros hijos. La felicidad cuesta y mi tributo está bien pagado... Sólos Dios y tú sabeis cuántas lágrimas me ha costado.TE AMO.
    Gracias por compartir todas mis emociones.
    José.

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  3. Vaya, muy curioso tu estilo. Como tic-tacs de un reloj o latidos de un corazón. Te sigo.

    Un saludo desde mi Bahía.

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