Es una demostración de amor,
simultáneo a las avatares de la vida,
la comprensión silenciosa
en los espacios de la convivencia.
Los pensamientos vuelan
pintando de colores y aventuras
el aire que decora los sentidos
sobre el mar de la ternura.
No se enfrían, se renuevan,
los detalles y las pequeñas cosas,
que se demuestran con hechos
y con palabras cariñosas.
No hay evento que demuestre
el porqué más recóndito
qué aflige, qué entristece,
qué detiene y deteriora.
Largos insomnios
llenos de interrogaciones
sin preguntas ni respuestas
aferrado al tiempo y a mis letras.
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