Me embarga la nostalgia
al saberte lejos de mis brazos
en la inquietud que llena
mis momentos más extraños.
Llenando mi ausencia de recuerdos
vas caminando a mi lado.
Mis pensamientos son cadenas que atan
nuestros momentos amargos y tiernos.
Tu huella vive latente sobre mi cuerpo
desgranado los días que no han llegado,
para poder abrazarte con la fuerza
del amor de madre que me has dado.
Siento tus caricias sobre mi cabeza de niño
allá en la lejana cuesta donde juntos soñamos,
mirando al cielo azul, cogidas nuestras manos,
suspirando la ausencia y su sabor amargo.
Cartas han llegado con mensajes lejanos,
donde suena tu risa sobre los renglones claros,
y yo te pienso infinita en tu jardín amado
compartiendo tu cariño con todos mis hermanos.
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