Su derrota no es mi victoria,
ni mi fe su sentimiento...
Bien sabes Dios que no miento
por que aún tengo memoria.
Me han preguntado por tu presencia
y aún no he sabido contestarle,
no he tenido más remedio que abrazarle
y callar por mi desconocida inocencia.
Mi estado no mueve ni conmueve
a quien me observa desde lejos,
solo sabe mirarse en su espejo
y a nombrarte, Señor, no se atreve.
Aunque no sepa explicarlo
se el sentimiento que invade mi ser
y lo siento sin llegar a ver
su presencia para abrazarlo.
Cuando tenga exacta conciencia
de la sensación que me embarga,
no será mi respuesta una carga
por que le responderé con transparencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario