Antes tenía castillos de arena
donde yo era dueño y señor.
Soñador empecinado
en crear un mundo mejor.
Antes tenía un verso y una flor
escritos con pluma y amor
donde se reflejaban mi alma
por donde latía mi corazón.
Antes tenía un universo
lleno de estrellas al anochecer
para compartir con ellas
mis ilusiones por florecer.
Antes tenía una sonrisa
y un beso a flor de piel
para quien demostrara compasión
y me diera su querer.
Antes tenía mi esencia y aún la conservo
de ser un niño-hombre o un hombre-niño.
Ahora te tengo a ti, mi vida:
dame todo tu cariño...
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