Lloraría si tuviese lagrimas por llorar
si fuera mi vida un erial sin sentido
pero estoy asombrado por haber recibido
los dones para poder rezar.
Llevo en mi corazón un latido diferente
que no entiende de austeridad
en el amor. Es mi mejor realidad
y la que me hace llegar a la gente.
Doy cariño sin esperar nada de vuelta
por que tengo la certeza
de que no se me subirá a la cabeza
el gen que me valora sin respuesta.
No necesito de valoraciones hacia mi persona
por que se que el valor soy yo mismo
y entre el ayer y el hoy se abre un abismo
por que siempre habrá quien no perdona.
Solo las elocuencias de mis silencios
defienden a capa y espada mis asuntos.
Los asumo y digiero a todos juntos
sin inmutarme por sus altos precios...
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