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miércoles, 2 de julio de 2014

APRENDÍ...





Aprendí a ir por la vida con la sinceridad que debía
a decir siempre la verdad sabiendo que a alguien dolería...

Llevando en mis ojos prendidas las imágenes de unas lágrimas
y en mis oídos el silencio de una escucha muda y en calma.
Tuve que aprender a observar desde el corazón
y a vivir con el sentimiento alerta en mi alma.

Desgranando granos de trigo, ganando batallas, sembrando
en mi huerto la fruta que recogería una mañana.
Bebiendo vino amargo en vaso astillado transparente
sangrando en mis labios sangre caliente.

Pero aquí estoy, inundado de feliz esencia, aquí sigo
por que no hay nadie que dictamine mi castigo...


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