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domingo, 21 de diciembre de 2014

... Y CON UNA SONRISA ME MARCHÉ.






No le había dicho nada,
Cupido no tardó en aparecer,
se hizo amor la palabra
dolor y lagrimas sin querer.
Ella se había enamorado,
yo también la amé,
pero no quería ser deshonesto
conmigo ni con usted.
Le dije la verdad de mi vida
hablé de mis sueños
y del precipicio ocre
que se abría bajo mis pies.
Ella decía amarme
como se ama por primera vez
como  se siente en el alma
cuando el amor tiene un por qué.
Limpié sus lagrimas con mi pañuelo
alejando mis labios de sus besos
no quería mi futuro para ella
y con una sonrisa me marché...


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