Seguidores

martes, 7 de julio de 2015

... NI EDAD PARA EL AMOR.






Ella era una extraña que un día llegó a mi vida,
no la busqué, solo se que abrió la puerta de mi corazón 
cuando estaba cerrado al mundo, 
para los sueños, para el amor...
Mi otoño se volvió primavera,
mi silencio se volvió canción,
mis noches fueron una vigilia constante,
cuando pensaba en ella y perdía su cadencia mi corazón.
Volví a soñar como cuando era joven,
sueños que nunca imaginé desde la razón,
cometí locuras impropias de un hombre
que se miraba al espejo y ya se veía mayor.
Entonces comprendí que alguien sentía como yo,
que aún volaban mariposas donde un pájaro voló,
que las horas pasan volando cuando estamos los dos,
que no había noches sin luna ni edad para el amor...



No hay comentarios:

Publicar un comentario