Seguidores

martes, 13 de junio de 2017

CROMOSOMA DE AMOR...


Resultado de imagen para dos sindromes de down




Los vi sentados cerca del seto que rodea la fuente. El agua cristalina, a esa hora de la noche, era testigo de sus risas. Èl tenìa en sus manos su telèfono mòvil ùltima generaciòn donde mostraba, tal vez, alguna pàgina de redes sociales donde tenìa sus amistades. Ella, tenìa un vaso de bebida en sus manos y, entre sorbo y sorbo, se acercaba a ver lo que èl le mostraba; sus risas se adivinaban entre las melodìas de la mùsica. Ella, hablaba con gestos y expresiones propias del momento. Lo sacò a bailar y èl, retraìdo y tìmido, se excusò pretextando sentir vengüenza... Insistiò y volviò a insistir hasta que se tomaron las manos para iniciar el baile. Mi sorpresa no tuvo lìmites cuando sus cuerpos levitaron al ritmo de la mùsica. Sorprendido y sonriente no podìa dejar de observar a los dos bailarines entre el gentìo. Una bachata, unas sevillanas donde èl marcaba el camino por donde ella tenìa que moverse, un pasodoble... Era evidente que el chico se habìa hecho de rogar para darle a ella esa sorpresa que no esperaba. Ella, entusiasmada y sorprendida, reìa mientras buscaba a su madre còmplice de sus sonrisas. Era hermoso observar còmo dos personas vivìan el momento ausentes de todo lo que les rodeaba; sencillamente no tenìan el menor pudor en sentirse libres a su modo, a su manera... Pasaron horas disfrutando de aquella amistad inesperada, horas donde en algunos momentos fueron el centro de atenciòn de muchas personas, hasta que llegò la hora de la despedida. Ella lo abrazò con tanta ternura que en mis ojos se disculpò una làgrima  de emociòn. Èl se quedò sumido en cierta tristeza y miraba al cielo para ver sus estrellas. Nadie supo de donde vino ni cuando se fue, solo que se llevò en su corazòn el cromosoma compartido que los unìa a los dos...

De Lorenzo Romàn.


No hay comentarios:

Publicar un comentario