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jueves, 23 de junio de 2011

NO HAY ROSAS SIN ESPINAS.



Son espinas y llevan su carga
motivadas por las inclemencias
rodeadas de inocencias
de sabores acres y amargas.

Son espinas que duelen
en la carne a su contacto
pues hay que tener tacto
para saber cómo las rosas huelen

Son espinas dolorosas
de la flor y su capullo
que se lucen con orgullo
guardianas de las rosas.

Son espinas sin arrogancias
llenos de amor y ternura
y nostalgia sin cura
por el tiempo y las distancias.

Son espinas que hacen llorar
por amor que siempre duele,
y quiero que el pájaro vuele
y me lleve para poderte abrazar.




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