ACOSTÚMBRATE.

Acostúmbrate a mis ausencias,

a vivir pensando dónde estaré.

No soy un ave de paso,

pero donde vaya, versos para ti dejaré.

Acostúmbrate a suspirar

pensando en aquellos besos que te di.

Tu boca tiene el sello de mi esencia

aunque la pintes de rojo carmesí.

Acostúmbrate a soñar conmigo,

desnuda en la cama, cierra los ojos

y recorre con tus manos

todas las caricias que te hicieron sentir.

Acostúmbrate a leer mis versos en silencio

y cerrar los ojos a la realidad.

Nunca podré ser solo tuyo

pero sabes que en mi corazón siempre vas.

LA ALEGRIA DESMAYADA.

Vivo en un océano de dudas,

desprovisto de decisiones a mi medida,

lleno el odre de la nostalgia

que embriaga mis sentimientos a oscura.

Quiero dejar a un lado mis pensamientos

y llevarte una canción que alegre tu vida.

Donde ha llegado la primavera,

el cielo se rompe sin paz ni cura.

La impotencia me embarga

y una lágrima se pinta en mi cara.

La palabra se ha vuelto gris en mis versos

y se va caminando sola y desnuda.

Hoy siento la alegría desmayada

por que no ha comido amor desde ayer.

Tiene los suspiros a flor de piel

y reza recordando tu sonrisa, mujer...

DORMIRÁS...

Dormirás sobre mi pecho,

exhausta de mis caricias de guerrero.

Cansada de la batalla,

de nuestra lucha de amor, cuerpo a cuerpo.

Desnuda sobre mis sábanas,

eterna musa que embriaga mi celo,

mientras yo contemplo tu desnudez

y acaricio con mis dedos tu pelo.

Dormirás con el fuego sembrado en tu piel

que han dejado mis besos,

olvidando los suspiros de media noche

cuando soñabas conmigo en tus sueños.

Y cuando llegue el amanecer

me encontrarás a tu lado en silencio.

Nos miraremos a los ojos

y pintaremos las paredes de orgasmos nuevos.