Querido amigo:
Hace mucho tiempo, cuando tu naciste, el firmamento se colmó de estrellas, y su luminiscencia acompañará toda tu vida. Al nacer tu mente se quedó como un cristal: transparente. Pasó el tiempo y los niños te veíamos diferente. Jugabas y decías incoherencias que no podíamos entender. Las madres nos decían" es tontito...". Pero yo siempre tuve un cariño especial por ti. Siempre te ayudaba, y te hacía participe de nuestros juegos, y más cuando algún niño se negaba a jugar al balón si estabas tu.
Tu mente era limpia y soñadora. Todavía hoy, con el paso de los años, y cuando las hebras blancas se han perpetuado en nuestras cabezas, recordamos con el cariño que soñábamos un nuevo amanecer. Por eso, desde este humilde blog, te doy las gracias
Hace mucho tiempo, cuando tu naciste, el firmamento se colmó de estrellas, y su luminiscencia acompañará toda tu vida. Al nacer tu mente se quedó como un cristal: transparente. Pasó el tiempo y los niños te veíamos diferente. Jugabas y decías incoherencias que no podíamos entender. Las madres nos decían" es tontito...". Pero yo siempre tuve un cariño especial por ti. Siempre te ayudaba, y te hacía participe de nuestros juegos, y más cuando algún niño se negaba a jugar al balón si estabas tu.
Tu mente era limpia y soñadora. Todavía hoy, con el paso de los años, y cuando las hebras blancas se han perpetuado en nuestras cabezas, recordamos con el cariño que soñábamos un nuevo amanecer. Por eso, desde este humilde blog, te doy las gracias
por ser parte de mi vida, y por tus pequeñas cosas que fueron grandes en el tiempo...
Yo te ví soñar...
Yo soy un caballito de blancas crines,
alado con nubes de terciopelo.
Corro y salto entre los jazmines,
y cuando quiero volar... vuelo.
Tengo una carroza de un trozo de cielo,
que me sigue por todos los confines.
Y cuando estoy en el suelo
brinco y sueño con mis afines.
Un abrazo de este humilde cartero...
Yo soy un caballito de blancas crines,
alado con nubes de terciopelo.
Corro y salto entre los jazmines,
y cuando quiero volar... vuelo.
Tengo una carroza de un trozo de cielo,
que me sigue por todos los confines.
Y cuando estoy en el suelo
brinco y sueño con mis afines.
Un abrazo de este humilde cartero...
¿A quien dedicas tan bonitas cuartetas?
ResponderEliminarBonitos versos. ¿Dónde andas, poeta?
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