
Te imagino caminando
por la vereda, sola,
esperando a tu lado la sombra
que le acompañaba.
Como antes,
cuando juntos caminàbamos,
con una sonrisa en tu cara
y la calidez de mi mano.
Escucho còmo suspiras
por un pensamiento lejano,
cuando te llega el aire
de un susurro extrañado.
Y se contrae mi corazòn imaginando
y se confunde el verso llorado.
Esa soledad es tuya y mìa
y mìos son tus besos soñados...
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