CUANDO ME ESPERAS...

En el silencio de la noche te busco,

sobre la lìnea imaginaria de la distancia,

te encuentro sentada en el escalòn de tu casa

esperando mi regreso hasta la madrugada.

Abres tus brazos cuando me ves llegar

y corres a mi encuentro hasta fundirte en mi,

buscas mi carne y mis besos

y dejas en mi boca tu sabor carmesì.

Me amas hasta el amanecer,

con miedo a perderme al llegar el nuevo dìa,

pero sabes que al atardecer estarè de regreso

por que tù eres a mi vida la armonìa.

Cuando me marcho me despides con una sonrisa,

mirando al cielo para que guìe mis pasos,

sabes que volverè cada atardecer

por que tù eres el amor de mi vida, mujer...

ALMA BLANCA...

No todos se han olvidado de mi,

existe un alma blanca que me recuerda a ti...

CAMINOS...

Salì envuelto en la nostalgia de Noviembre,

caminando sin saber dònde mis pasos me llevaban,

bastòn y gorra, abrigo y bufanda,

y un pensamiento que me acompaña cada dìa.

El camino se abrìa a mis ojos con su suave melodìa

de hojas secas que el viento a su antojo mecìa.

Cerrè mis ojos cuando una brisa acariciò mi cara

y, cuando los abrì, el macizo de la montaña me sonreìa.

Los chopos amarillos se miraban en el espejo del cielo,

altos y magestuosos mientras que sus raìces en la orilla bebìa.

El agua del rìo se escuchaba cantar a media voz

y yo la escuchaba en mi silencio alegrando el alma mìa

No podìa imaginar tanta belleza en un solo suspiro,

ni tanta vida escondida en los colores de una paleta,

donde un pintor de sueños los mezclaba y sobre un lienzo

reproducìa dejando a un margen las sombras que me seguìan...

ESCUCHA...

Escucha al viento como llora,

como se contrae y vuela, como gime,

cada vez que mi corazòn te recuerda.

Escucha como llegan las olas

y se lleva mar adentro las pisadas

que dejè en mi caminar por la arena.

Escucha el silencio de los pàjaros

cuando bajo la lluvia callan y sueñan

sin que nadie escuche sus penas.

NO DORMIRÈ...

No dormirè esta noche pensando en usted,

por que el sueño se ha ido de mi cama,

no se si alguna vez la soñarè

o me quedarè pensando en usted hasta la mañana.

Con un suspiro acompaño estos versos,

con el recuerdo perenne de una foto y una mirada.

No sè què me ha pasado esta tarde

pero he sentido que alguien susurraba mi nombre,

era el aire que me llegaba de no se dònde

para alegrar mi vida y mi nostalgia.

No sè si me he hecho ilusiones

o estoy escribiendo llevado por la pasiòn.

Solo se que no puedo dejar de pensar en usted

por que usted ha hecho que vuelva a latir mi corazòn.

SILENCIOS...

No me afectan los silencios,

pero si las palabras que los silencios callan...

SOY...

Soy un prostituto de la palabra,

un mercenario del verso,

un guardaespaldas del amor

y un guerrero loco por tus besos.

Soy una golondrina blanca,

un ladròn de corazones,

un borracho que canta

y llora con sus emociones.

Soy un suspiro con alas,

un preso en libertad,

una estrella color naranja

y un esclavo de mi palabra.

Soy un dios olvidado,

una sonrisa que ilumina la cara,

un manto negro lleno de làgrimas
y un enamorado que aùn tiene alma...

¡AY, DIOS MÌO...!

Venìa caminando solo por la vereda,

deshojando recuerdos uno a uno,

con la paz marchita de mis años

aliviando mi cansancio a la sombra de una encina.

Se divisaba el pueblo entre los pinos,

blanco inmaculado, oloroso a fiesta,

donde la mùsica y el jolgorio en la distancia

desde la empinada cuesta se escuchaba.

El majuelo y la ahulaga, el quejigo y la zarza,

las piñas muertas y las bellotas tempranas,

daban un aire de nostalgia a mi corazòn

y, a veces, el susurro del aire me emocionaba.

Crucè la puerta de hierro del camposanto

que olìa a flores, a cal y a lentisco en rama,

y guiè mis pasos a un destino infinitas veces caminado

donde un doloroso sentimiento oprimìa mi alma.

Besè su retrato y una sonrisa pintò mi cara,

devolviendo la alegria a quien allì moraba.

 Se detuvo el viento y enmudecieron las campanas...

¡Ay, Dios mìo, cuànto la amè, cuànto la amaba...!

GUERRERO DEL AMOR...

Cada noche despierto a buscarte,

a pesar de las horas de madrugada,

y nada me impide esperarte

por que existe una razòn enamorada.

Se cruzan las ondas desde tu hemisferio

con turbulencias extrañas de pasiones,

pero todo tiene su congoja y su misterio

que hace enojar al màs enamorado de los corazones.

El sueño vence sin compasiòn al guerrero,

que se retira derrotado de la batalla,

rendido de esperas se va por el sendero

y aunque le oprima el corazòn y su cota de malla,

mañana seguirà esperando como un caballero

a la mujer que ama y su humildad calla.

LO QUE EL SILENCIO ENGAÑA.

Usted y yo nos debemos un rato de charla,

donde limemos asperezas mientras tomamos un cafè,

por que no tiene sentido tanta frialdad

donde antes hubo abrazos hasta las luces del alba.

Usted y yo tenemos mucho en comùn

que se ha ido perdiendo con la distancia,

que se fuè olvidando cada dìa que pasaba

y no llegaban a mi buzòn sus cartas.

Usted y yo hemos llorado ausencias de guitarras,

hemos compartido los sentimientos y las verdades,

incluso, hemos vivido en la misma casa

por que no fuimos hijos de una madre extraña.

Usted y yo llevamos la sangre que nos riega el alma,

hemos jugado de niños y ninguno de los dos se cansaba.

Compartimos vino en la misma mesa, y ahora peinamos canas,

pero no podemos consentir lo que el silencio engaña...

OTOÑO...

Me abrìa paso en mi caminar solitario

entre las hojas secas del camino,

amarillentas estelas, manto de ayer

sobre la orilla del rìo, sombra y hoy olvido.

El aire me trajo un recuerdo, una acaricia

llenando de nostalgia la ausencia de mi mirada,

suspiros añejos sobre el rumor del agua,

mientras miraba al cielo y escuchaba mi alma.

Las hojas crujìan bajo mis pies callando sus gritos,

voces que llegaban del pasado con su eco frìo.

Un pàjaro volò desde alguna rama podrida

llevando en sus alas los versos perdidos.

La tarde se marchaba silenciosa, se despedìa

envolvièndo mi cuerpo en ocre oscuridad,

llevàndose con ella algunos sueños

que tendràn vida mañana en este corazòn mìo...

CONTIGO...

En los adoquines de la calle 

estàn mis pisadas,

esas que quiero volver 

a caminar contigo,

de tu mano, de tu abrazo, 

prendido de tu mirada,

hasta que se pierdan 

de nuestra memòria 

las horas de soledad pasadas...

Contigo quiero volver a ser,

volver a sentìr y llorar,

contigo necesito otra vez

volver a la vida y amar,

contigo todo serà,

lo que ahora me falta, mujer...

LA LUZ DE LOS LUNES.

La noche se habìa hecho larga; no habìa podido dormir como necesitaba. Mi cuerpo cada dìa se quejaba màs del insomnio y se hacìa urgente descansar. Las horas iban pasando en mi reloj, mientras que me invadìan las imàgenes del pasado. Habìan entrado en multitud en mi cuarto y se quedaron conmigo hasta la amanecida. Escuchè todos los sonidos de la noche. Pasaron coches, motos y algùn borracho dando patadas a su ùltima lata de cerveza. Eran las dos o las tres, cuando el desvelo se acentuò de manera hiriente. Me levante y busquè una de las pocas manzanas que tenia en mi refrigerador. La lavè y la mordì con fruiciòn, como queriendo pagar con ella mi mal humor; sentì una tos envejecida, un suspiro y un corazòn, pero no me daba cuenta que esos ruidos los hacìa yo. Busquè mis poemas recientes, esperando encontrar en ellos una soluciòn; cansar mi vista y volver a la cama, pero eso no lo quiso Dios. Habìa orado como todas las noches, dado gracias y solicitado perdòn, pero querìa dormir y no podìa...¡Ay...!¿ Porquè, Señor...? 

Fuì desgranando versos uno a uno, cambiando alguna rima o inspiraciòn; dando sentido a aquellos que no decìan nada, con mi mejor expresiòn. Las musas se fueron volando cuando tras mi ventana la lluvia se escuchò, estaba amaneciendo y no lo sabìa, ni habìa podido dormir, yo. La luz llegaba a mis ojos, llenando mi vida de ilusiòn. Un nuevo lunes se abrìa en el calendario, buenos dìas nos de Dios...

TENÌA...

Tenia muchos defectos

y una caja de cartòn,

donde guardaba mis canicas

y la primera carta de amor.

Tenìa una ilusiòn hecha al dìa

y un silencio que partìa mi corazòn,

y unos àngeles imaginarios

que volaban a mi alrededor.

Tenìa el cariño mendigado

y consevaba el abrazo que alguien me diò,

los dìas que nunca volveràn

y una oraciòn para el Señor.

Tenìa ausencias escritas en mi verso,

abandonos que sufrì con dolor,

tardes esperando la llegada

de aquel perro que alguien me regalò.

Tenìa una bicicleta compartida

y un caballo de ruedas,

un carro de madera sin volante

que manejaba con primor.

Tenìa una sonrisa de colores

que en el cielo se reflejò,

una tarde de lluvia

cuando entre las nubes saliò el sol...

COMO LA PRIMERA VEZ QUE TE VI...

Quisiera nacer otra vez 

para volver a conocerte,

para sentir de nuevo 

lo que sentì cuando te conocì.

Cuando sin saber quièn eras,

sin pensamiento de enamorarme,

mirè en el fondo de tus ojos

y muchas mariposas en mi corazòn sentì.

Quisiera volver atràs el tiempo,

aunque tuviera de nuevo que sufrir,

para no volver a cometer los errores

que me hicieron separarme de ti.

Para estar siempre a tu lado,

para volver a reìr contigo,

y seguir siempre enamorado

como me enamorè la primera vez que te vi...

PENSANDO EN TI...

Tù eres mi primer 

pensamiento al despertar

y el ùltimo cuando entre suspiros 

me voy a dormir,

tengo tu vida dentro de mi vida 

y vives mis sueños

por que todo lo que hago,

lo hago pensando en ti...

NACÌ...

Yo nacì con un cromosoma de màs,

no culpo a mi padre, ni a mi madre,

ni culpo al cielo, simplemente nacì asì.

Y asì fuì feliz desde mi mirada inocente,

desde mis abrazos màs tiernos,

desde la sonrisa perenne

y desde los besos que daban consuelo.

Nacì sin preguntar a nadie porquè nacì,

siempre con la alegrìa de vivìr,

con el sentimiento extraño de no ser igual

aunque siempre llevè en mi vida el misterio.

Y quise ser uno màs donde no era,

donde los otros un dìa se marchaban

y yo quedaba siempre donde mismo

y llegaban a su vez nuevos compañeros.

A todos los quise por igual,

a ninguno le dì lo que otros no quisieron.

Luego dejè todo mi equipaje al marchar

y aquì me tienen ustedes sonriendo desde el cielo...

COMO USTED...

Para que no vuelva a ocurrir

nunca màs lo que ayer pasò,

he puesto la distancia entre usted y yo.

Para que nunca tenga

un motivo para la traiciòn,

he cerrado la puerta donde usted llamò.

Para que no tenga dudas

de que estos versos laten en mi corazòn,

aquì los escribo sin pedirle perdòn.

Para que el olvido se siembre

màs allà de donde un dìa hubo amor,

asì voy olvidarle como usted me olvidò...

NO NECESITO...

No necesito a mi lado personas 

que no aporten nada a mi vida,

esas que no estàn cuando las llamo

y cuando te abrazan solo dejan heridas.

Esas que han prometido tanto

que hasta el olvido lo hubiera soñado,

esas que no dicen nada

por que sus palabras serìan un bàlsamo prestado.

No necesito quien no tenga su alma

dispuesta a la verdad màs dura,

esas que mienten y llaman mentirosas

a quienes no tienen identidades oscuras.

No necesito una de cal y otra de arena,

no quiero vivìr en sus castillos de cartòn,

no necesito sentirme querido,

ni quiero que se me quiera con ese amor...

QUIERO...

Quiero tatuarme tu nombre

en los estambres de mi cuerpo

y que me envuelva el aliento

que sale del calor de tus besos.

Quiero que una mirada me siga

por todos los rincones de un verso

y que tus ojos y los mìos

nunca tengan., mi amor, secretos.

Quiero que me llames de madrugada,

aunque tù sabes que estarè despierto,

y me digas al oìdo esas palabras

que hacen mi corazòn màs tierno.

Quiero que me abraces esta noche

en el calor de un abrazo eterno

y que envuelvas mi vida

hasta que juntos nos vayamos al cielo...

ALGÙN DÌA...

Algún día voy a encontrar

las horas perdidas

que quedaron muertas

en las manecillas de mi reloj

y comenzaré a vivir

como lo he soñado yo.

Me he cansado de la indiferencia,

de rezar despierto

de llevar mi alma por bandera

sobre las aguas del mar

sobre las arenas grises

de un inmenso desierto.

No quiero más cárcel

ni condena sin sentido,

no quiero llevarme

de la vida la amargura

ni el verso embotellado
en el aire de un suspiro...

MI CARTA...

Si algùn dìa recibes mi carta, no la leas,

guàrdala en tu corazòn y mira al cielo.

Allì brillarà mi estrella...

UN SUSPIRO DE AMAPOLAS...

Despertè en medio de la nada inmensa,

abrazado a mi cuerpo cerca de las estrellas.

Era otra orilla, donde otra luz iluminaba

los versos que quedaron en sìlabas muertas.

No era yo, y era yo, la silueta de mi alma,

el atardecer de mis pupilas en un espejo,

la frialdad de mi invierno nevado

y el silencio de mi corazòn que ya no suena.

Parecìa un sueño, o era un sueño,

donde los pàjaros se alegraban con mi presencia.

No habìa voces, ni ruìdos y sobre un arco iris

volaban las mariposas con pasaje de ida y vuelta.

Volvì la mirada hacia atràs en la soledad de la tarde,

para ver si alguien seguìa mis huellas

por que no estaba solo y extrañaba una ausencia

y un suspiro de amapolas besò mis labios en viceversa.

BAJO LA LLUVIA...

Salì a pasear bajo la lluvia

en un atardecer de luces preñadas,

mientras caminaba cerraba los ojos

disfrutando de caricias frìas en mi cara.

El agua era suave y callada

con monotonìa incolora me susurraba

la mùsica de aquella canciòn de amor

que con el paso del tiempo tenìa olvidada.

Sentì mis pasos sobre los adoquines mojados

de otro tiempo que ya extrañaba,

donde en silencio escribìa mis versos

y al recordarlos me emocionaba.

Eran las mismas tardes de lluvia

y los mismos acordes de una oraciòn,

los mismos senderos que hay en la vida

que con el paso de los años no se perdiò...

PUEDO DARTE...

Yo puedo darte a mis versos

mi corazòn, mi alma y la vida entera,

puedo darte mis emociones, mi espera,

mis sueños y todos mis poemas.

Puedo darte lo que me quede por vivìr,

los momentos que no tienen dueño,

puedo darte mi voz, mi cajita de madera

donde guardo el ayer de otra primavera.

Puedo darte todo mi tiempo

y una ola de pasiòn que besa tu arena.

Puedo darte mi reloj

y todos mis anillos y pulseras.

Puedo darte todos mis abrazos

y los besos para cuando los quieras,

puedo darte mi esencia y mi sonrisa

por que tù sabes que te amo a mi manera.

SILENCIO.

Deshojaba la margarita sin esperanza,

mientras una voz en mi interior me emocionaba...

¿ Por què estàs, mi amor, tan callada...?

TE ESPERÈ...

Te esperè hasta que el sueño 

me derrotò, y si te esperè 

es por un sentimiento llamado amor...

VERSOS EN LA ARENA...

Sobre mi vida no hay estelas,

por que mis versos

los han ido borrando las olas en la arena.

Y se los han llevado mar adentro,

aunque ellos no quisieran...

UNA HOJA SECA...

Ayer escribì un verso en una hoja seca

y dejè que el viento la hiciera volar...

¿Dònde estarà...? ¿Quièn lo leerà...?

¿Quièn lo tendrà en sus manos y lo besarà...?

MI ÙLTIMA ESPERA...

Sobre un atardecer de otoño

sembrè mi ùltima espera.

Llena de ocres està mi vida...