Me fui deshaciendo
lentamente
entre la seda de sus manos
y el calor de su cuerpo,
escuchando sus suspiros,
mordiendo silencios,
callando gemidos
y ahogando la sed en sus besos.
Envueltos en abrazos eternos,
con una sonrisa
que daba alas
a las placeres màs profundos.
y poder dibujar
las fantasìas azules de un verso
entre los rincones de su piel
y el color de su pelo...
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