Yo tengo un amigo...
bueno...lo tenía,
que escribe poesía
y bebía vino conmigo.
No sé que mosca le ha picado
para olvidarme por las buenas,
lo digo, así como suena,
pues motivos no le he dado.
Ya no me escribe
y seguro que ni me recuerda,
pero hay un nudo en mi cuerda
que ni ata ni prescribe.
Como esta amistad eterna
que no le amedrenta el silencio
y permanece en las huellas del tiempo
junto a sus odas y cuentos.
Al final queda lo vivido
que és más que una experiencia
es de la amistad la esencia
que hoy llevo conmigo.
Por esos y muchos motivos
jamás nos tocará el olvido
y seguiremos siendo sin ruidos
dos buenos amigos
No hay comentarios:
Publicar un comentario