No he sentido nada especial
cuando mis pies tocaron la tierra,
mi corazòn aqui no està
y mi alma se ha quedado con ella.
No han querido abandonarla,
huèrfano vengo de mi estrella,
se ha quedado allì la esencia
para amarla, para quererla.
Conmigo se ha venido la sal
y el agua de mis ojos,
la luz apagada de los silencios
y una esperanza llamada cruz.
Mañana amanecerà temprano
sobre el despertar de mi hemisferio,
mientras ella sueña conmigo
el sol brillarà en el cielo...
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