No se dònde han quedado las hojas muertas
de aquella tarde frìa de otoño,
aquellas que fueron testigos de nuestro amor,
aquellas que envidiaron nuestros besos.
Aquellas que el viento se llevò,
mientras tù y yo caminàbamos en silencio,
aquellas que no volveràs a sentir
bajo las pisadas de tus zapatos negros.
No se dònde habràn quedado, no se,
tal vez se las haya llevado el cielo,
pero en ellas estàn dibujadas tus sonrisas
y grabado el placer de mi embeleso.
Tal vez hayan vuelto al àrbol en una nueva vida,
tal vez no han despertado de su sueño eterno,
pero ellas han visto en mi mirada
aquella luz que se encendìa al decirte te quiero...
No hay comentarios:
Publicar un comentario