No puedo decir lo que pienso,
mis convicciones no me dejan,
estoy desolado, una oraciòn al viento,
que no me permite exhalar una queja.
En nombre de Dios no puedo gritar
esas palabras que mi corazòn retiene,
ni puedo decir lo que siento, solo tengo
una làgrima por Bruselas...
No hay comentarios:
Publicar un comentario