Desde estas lineas tan humildes
le escribo, señor presidente,
para que lea mucha gente,
donde no faltan puntos ni tildes.
No sé por donde comenzar
si por el paro o el futuro,
ya que lo veo tan oscuro
que todo queda al azar.
Prefiero el tema del paro
que para los pobres es prioritario
y contaré las cuentas de mi rosario
para no tener que pasar por el aro.
Es sinónimo de entereza
desde el deber cumplido,
pues no todo ha sido
desde la oposición nobleza.
Gobernar era su objetivo,
ya ha realizado su sueño,
no diga que de su palabra es dueño
que ya sabemos que es algo relativo.
No coincido con su sutileza
ni los ideales de su partido
pues con los ricos hemos tenido
hambre, amargura y pobreza.
Me queda el segundo plano:
la incertidumbre del futuro
y ese el tema más duro
que se escapa entre nuestras manos.
No hay margen de error
para que las historias se repitan
pues aún en el fuego crepitan
las imágenes del dolor.
Nuestros hijos no se han engendrado
para llevar la cabeza gacha,
ellos tienen linda fachada
por la leche que han mamado.
En esta tesitura me quedo
y espero me haya entendido
por que de mi alma ha salido
lo que a usted le importará un bledo.
Se puede decir más alto, pero no más claro.
ResponderEliminarUn abrazo compañero.
La expresión sin miedos no debe tener límites; gracias tocayo...
ResponderEliminarUn abrazo.