Caminando entre las calles
a lomos de éste invisible corcel
llamado viento,
que penetra, que vuela
entre las hierbas de las aceras
y me lleva, sin oposición,
al encuentro de tus besos.
Abro la puerta
con la llave de la esperanza,
y nada me impide el paso
que me llevará a tus brazos;
entre el saludo de los perros
y el olor a café recién hecho,
a pan tostado, mermelada y queso,
te encuentro despierta,
entre las impolutas sábanas
que soportan tu nocturno silencio;
sobre la almohada mil caricias
que quedaron en suspenso
esperando junto a ti
este nuevo encuentro.
sobre la almohada mil caricias
que quedaron en suspenso
esperando junto a ti
este nuevo encuentro.
" Buenos días, mi amor..."
" Buenos días, mi cielo... "
Y nos fundimos en un beso,
entre sueños e ilusiones,
fragmentando la distancia
para llevarla cómo cada mañana
a un nuevo comienzo.
para llevarla cómo cada mañana
a un nuevo comienzo.
Buenos días amigo...
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Buenos días mi querido tocayo... Muy gratificante despertarse y encontrar tu comentario... Un abrazo.
ResponderEliminar¿Es usted poeta...? Buen poema, Pepe.
ResponderEliminarMejor descrito imposible!, así son nuestras mañanas, cuando tu presencia ilumina mi despertar junto al café que humea y mi corazón que se acelera al saberte nuevamente cerca.
ResponderEliminarTe amo mi vida, gracias por todo lo que vivimos, y cuando digo todo incluye TODO.
Siempre tuya
Cecy
ARO, siempre he sido y siempre seré poeta; me nace desde el alma y lo escribo como lo siento; me alegra que hayas pasado por mis letras amigo...
ResponderEliminarUn abrazo.
Mi luciernaga-poeta, la descripción es la medida del sentimiento, las ganas de estar contigo, de verte, de tenerte en mis brazos, de amarte como te amo en las mañanas y todos los días de mi vida...
ResponderEliminarTe amo infinito.
José.