Sirva esta oración,
entre los despojos de vida
que aún me quedan
por una muerte sin remedio.
Rezo este réquiem
en forma de consuelo
por que ha llegado el momento inevitable
que me lleva a mi ultimo vuelo.
No hay lagrimas ni dolor,
ni pesar en mi conciencia,
por que en la vida todo es posible
sin recurrir a la ciencia.
No tengo palabras para expresarme
ni consuelo en mi corazón
por que ha llegado la parca
para arrancarme la ilusión.
Llegó sin previo aviso,
para llevarse mis deseos
y me quedó la desolación
cuando se marchó sin rodeos.
Y ya despojado de todo,
desnudo ante el silencio,
no me queda más abrigo
que el de los recuerdos.
Vagando entre constelaciones
viviré por siempre con ellos,
marcado por un imposible,
solo, triste y bohemio...
