Te he llamado
en todos los idiomas
que mi corazón sabe,
he marcado con luces
cada palabra al aire,
he señalado con cruces
las pisadas de mi camino
y ahondado sobre ellas
para que su profundidad
sea marcada e inconfundible.
Te he gritado a viva voz
y mandado cartas a tu destino
con remites precisos
para que supieras...
Todo ha sido en vano,
nada quieres saber,
por que nunca me has contestado.
Pero seguiré pensando
que nada has recibido
que nada has visto
o nada te ha llegado.
Y continuaré en mi empeño
con toda mi ilusión,
mandando misivas,
con letras de cariño,
sobre papeles blancos
para que sepas
que no te olvido
Hijo, hermano, amigo ...