No llames a la puerta, entra,
que para ti siempre está abierta,
y cuando entres no digas nada,
sobran las palabras... ¡Ámame...!
Busca en la oscuridad mi cuerpo
que te espera entre las sabanas.
Cubre con tu calor mi frío
y no te vayas hasta la mañana.
Y si estoy dormido, no pienses
que duermo, estoy soñando
con las caricias de tus manos
y el sabor de tus besos.
Acerca tu boca donde comienza
la orilla de mi sed
que tengo deseo en el alma
y quiero morir en tu fuego.
Abrasarme hasta consumir
toda la lujuria que me embarga.
Cuando te vayas deja abierto..
¡ Te necesito...!
Entre Frank y tú revolucionais lo blogs en las horas vespertinas... casi nocturnas.
ResponderEliminar¡Vaya peligro! Gracias por compartir los sueños...