Llevo tu sangre en mis venas
desde que me sentías en tus entrañas.
Desde entonces llevas tus penas
y yo sé cuánto me extrañas.
Siempre te pienso y sonrío
por algún motivo diferente.
Me lavabas en el agua de tu río
donde el amor era un referente.
Cuidaste de mi como si fuera
lo más preciado de tu mundo,
me llevabas de la mano a la escuela
con un sentimiento profundo.
La distancia no es motivo de tristeza
por que sabes que mi corazón
está siempre contigo y reza
conmigo una linda oración.
Hoy quiero decirte que te quiero
que eres amor desde la cuna
comprensión, cariño y esmero:
una madre como ninguna.
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