Las palabras se las lleva el viento,
de eso no tengo la menor duda,
sentir donde la mentira se escuda
y se tergiversa como en lamento.
No quiero letras que digan,
ni comentarios que a mi no han llegado.
No vas a acceder nunca a mi legado,
tus palabras ya no me castigan.
Dejè mi estela hasta donde la divisas
y me perdì entre los mares a conveniencia,
ya me desprendì de todas las apariencias
cubriendo mi cuerpo con la misma camisa.
Sòlo Dios sabe còmo es ahora mi vida,
a nadie tengo que rendir cuentas
y si alguien lo lamenta
que pase de largo y tome la salida.
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