Hoy me he despertado con una sonrisa
pensando cómo la vida pasa en mis versos...
Parece que fue ayer, parece que no pasó el tiempo,
que en mi corazón de padre aún eres un niño travieso.
Ha quedado detenido con un hermoso recuerdo
aquella tarde que tu último beso llenó mis silencios.
Sólo quiero decirte que no te olvido, ni te tengo,
que sigas tu camino con la humildad por decreto,
que la vida tiene un sentido, un destino,
donde todos caminamos con los deberes hechos.
No quiero que te olvides de los abrazos que te debo
y que nunca dejes de mirar las estrellas del cielo...
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