Me despertè y lo vi en la cama de al lado,
no recuerdo su nombre si es que nombre tenìa.
Me mirò y no dijo nada, tendiò su mano
y la estrechò con la mìa.
Como si me conociera de siempre,
como si me hubiera extrañado algùn dìa.
Me hablò sin esperar respuestas,
iluminando con su luz la soledad que yo tenìa.
Me diò su amistad y su compañìa,
puso su sinceridad donde no tiene lugar la mentira,
me llamò por mi nombre
por que parece que hasta mi nombre èl sabìa.
Mi historia era la suya,
mi vida el conocìa,
mis sueños eran sus sueños, mi sonrisa
y su sonrisa llenaron aquellos dìas de alegrìa.
Se fue sin despedirse, envuelto
en un miedo que no sentìa. No se despidiò
por que sabìa que algùn dìa
volverìamos a encontrarnos en un rincòn de la vida...
Cada vez de nuevo me alegra encontrar sus poemas recién escritos... y leerlos. Un abrazo.
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