La vi
entre las ramas
del palto.
Alta, sola
y lejana.
Testigo mudo,
de nuestro amor,
expectadora
de nuestros juegos.
Tras la ventana,
allá en su firmamento,
resplandeciente,
sonriendo,
por las locuras
que cometemos.
Estaba escondida
y la descubrí,
el corazón latía,
y el cuerpo
exahusto de placer
daba gracias
por ser complice
de nuestros sentimientos.
Estaba allí
entre las ramas
del palto...
la amiga luna.
Era tan hermosa
como tú
y cuando se fuéya dormías
sobre mi pecho.
entre las ramas
del palto.
Alta, sola
y lejana.
Testigo mudo,
de nuestro amor,
expectadora
de nuestros juegos.
Tras la ventana,
allá en su firmamento,
resplandeciente,
sonriendo,
por las locuras
que cometemos.
Estaba escondida
y la descubrí,
el corazón latía,
y el cuerpo
exahusto de placer
daba gracias
por ser complice
de nuestros sentimientos.
Estaba allí
entre las ramas
del palto...
la amiga luna.
Era tan hermosa
como tú
y cuando se fuéya dormías
sobre mi pecho.
Estaba allí curiosa y sonrojada, entre las cortinas mal cerradas
ResponderEliminarla luna amor, nos espiaba.
Me abracé a ti más fuerte, para desde la misma altura mirarla, hasta que me venció el sueño, anclada a tu pecho por lazadas de plata.
El poema es bellísimo y haberlo vivido contigo es... !inolvidable!
Te amo
Cecy
Sonrojada...? Mi amor, si no haciamos nada malo... Desde hoy dejaremos las cortinas abiertas para que ella disfrute al ver como nos amamos. Te parece...?
ResponderEliminarTE AMO INFINITO.
Mmmmmm no estaba sonrojada??? ya decía yo que la luna es boyerista jajajaja, y no, no le dejo la cortina abierta a nadie, ni a la luna.
ResponderEliminarprefiero que disfrutemos solitos que siempre más de dos es multitud.( aunque sea la luna )
Besitos mi amor
Cecy