Amanece
cuando canta el gallo
anunciando
el nuevo día.
Amanece
cuando las estrellas
se apagan
en el firmamento.
Amanece
cuando los rayos
del sol
se posan en mi ventana.
Amanece
cuando la lluvia
borra mis pisadas
en el sendero.
Amanece
cuando el mar sube
buscando
el calor de tus besos.
Amanece
cuando tu voz
se va con los átomos
en la sal de mis lagrimas.
Amanece...
De cuatro trillones de átomos se compone la anatomía del ser humano. Me ha venido esto a la cabeza, al ver algunos de ellos reflejado en tu bella composición poética.
ResponderEliminarAsí, que ya lo sabes; mira por ellos para que puedas usarlos muchas veces en tus futuras odas.
Abrazo.
E.V.S.