Te fuiste un día como hoy,
con tus últimos rezos,
de frío y lluvia,
a tus treinta y cuatro años...
"Padre Nuestro que estás en los cielos... "
En la lejanía,
entre los árboles,
el cuco de Abril te contaba
los años que habías de vivir...
" Santificado sea tu nombre..."
Compañera de mis juegos,
cómplice de mis travesuras,
que bajo el mismo techo crecimos
compartiendo pan, cariño y jergón ...
" Venga a nosotros tu reino..."
Y se implantó en tu cuerpo
el gen heredado,
y cambió tu existencia
y de cuantos estábamos a tu lado...
" Hágase tu voluntad... "
El tiempo se llevó tu alegría
con las estrellas de la noche,
luchando implacable contra un imposible
fue apagando de tus labios tu canción...
" Ruega por nosotros... "
Ahora, desde el tiempo
y la corta distancia que nos separa,
llevo grabado en el recuerdo
el amor y la alegría de la que fue mi hermana...
... por nosotros... Amén...
Sensible y maravilloso poema a la memoria de Isabel. Desde el cielo debe sentir un enorme orgullo de ver la bondad y hermosura de tu alma mi amor.
ResponderEliminarContigo siempre
Cecy
Hermoso calificativo cariño el que concedes a este humilde poema; cierto es que Isabel fue un gran punto de apoyo para mi durante su vida; siempre cercana, siempre dispuesta, siempre al lado de sus seres queridos...
ResponderEliminarGracias tesoro.
José.
Seguro que está descansando en paz sabiendo que en la Tierra hay personas como tú...
ResponderEliminarUn abrazo.
Muchas gracias Pepe; para mi es una alegría verte en mis letras...
ResponderEliminarUn abrazo.