No fui yo quien decidió venir al mundo,
tampoco los que me trajeron
querían que viniera
en estas circunstancias.
Vine así por que este era mi destino,
pero doy gracias al cielo
y a todos los que me rodean
a los que me quieren y ayudan.
Doy gracias a las almas desconocidas
que me hacen la vida más amable,
no me miran con pena
y que me hacen sentir útil.
Y desde mi perenne ubicación,
llamada silla de ruedas,
quiero pedir al mundo
que nos trate por igual.
Que nos haga sentir personas,
por que no somos diferente,
y así poder sentir en nuestro corazón
nuestra realidad y nuestra felicidad.
Difícil reto amigo...pero hay que intentarlo. Realmente no son diferentes.
ResponderEliminarUn abrazo.
No son diferentes amigo mío; la grandeza de su corazón, el amor para con los demás, sus sonrisas agradecidas... ¿ Qué más puedo decir...? ¡¡¡ NO SON DIFERENTES...!!!
ResponderEliminarUn abrazo.
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