Que me lleven hasta los pinos
y allí esparzan mis cenizas
con el rumor de la tarde
cuando los pájaros cantan.
Y siembren sobre ellas
un rosal y un majuelo
para que florezcan en primavera
y suspiren mirando al cielo.
Queden mudas las oraciones
y no sea motivo de altar,
por que quien anónimo muere
no necesita otro cantar.
Borradme de la faz de la Tierra
y echad mis recuerdos al olvido,
estad contentos con lo que soy
y no con lo que hubiera sido.
No necesito epitáfios
para recordar mi memoria
que como por el mundo he pasado
así se escriba la historia.
Muy buen poema, Pepe.
ResponderEliminarGracias amigo... Un saludo
ResponderEliminarpepe muy bueno loque escribes
ResponderEliminardebes comer lago hay que te cae
muy bien para escribir cosas tan
bonitas sigue asi
un saludo tu amigo pedro
No es la comida, amigo mío, es la inspiración que sale por los poros... Gracias por visitar mis letras.
ResponderEliminarUn abrazo.