Hay días que no debieran amanecer
por lo contrario de la suerte en el camino,
pero forman parte del destino
dejando su huella hasta el anochecer.
Se diluye entre las aguas de la esperanza
ese sueño que necesitas ver cumplido
bebiendo a sorbos la angustia has tenido
que soportar el sabor de la ignorancia.
En silencio va llegando la experiencia
que da la fe y el valor de uno mismo
desde la siembra a la cosecha hay un abismo
donde el fruto se desarrolla con paciencia.
Pero llega la hora a todo lo soñado
cuando no se espera ni se anhela
por que existe esa luz y esa estela
que van dejando los sueños más callados.
No es frecuente que se cumplan deseos que aparentemente son fáciles de conseguir. La ignorancia, como dices, es hermana de la infecundidad de ideas y deseos siempre buscados y jamás conseguidos. Sólo queda soñar. Y, si se consigue que los sueños se hagan realidad serán por medio de la experiencia.
ResponderEliminarUn gran saludo, amigo.
Lindo razonamiento amigo Antonio... Soñar, soñar y soñar. Gracias por pasar por mis letras. Un saludo.
ResponderEliminarhermoso, estoy pasando por uno de esos momentos y me reconfortó leer tus palabras , gracias
ResponderEliminarNo importa quien eres, tal vez eres una persona conocida que no quiere enseñar su cara, te deseo que esa puerta a la esperanza se abra de par en par en tu vida. La disfrutes y seas feliz. Bendiciones...
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