Ella pensó que yo soy como los demás, creyó
que con una sonrisa mi esencia podría cambiar.
Puso todo su arte poniendo la red a mi pasar
para hacerme pez cautivo en su limitado mar.
Sembró mi camino de señales donde tenía que pisar
para que mis huellas se dibujaran como ella quería soñar.
No tuvo reparos en ofrecerme lo que no le costaba dar
por que pensaba que con la ofrenda me podía conquistar.
Selló mis poemas con sus besos al azar
y se encontró que mis versos no saben engañar.
Se ha quedado con la miel en los labios, su pecado sin confesar,
rumiando sus mentiras... Llame usted en la puerta de más allá...!!!
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