Sabes que eres mía,
que te quiero solo para mi,
no te comparto con nadie
y tú sabes lo que te quiero decir.
Tú tienes la libertad de elegir,
nada te impongo ni te quito,
solo tienes que mirarme a los ojos
y en ellos verás cuánto te necesito.
No he aprendido a amar a tu lado,
ni mi corazón va mendigando amor,
nací para amarte con la recompensa
de escribirte versos desde el corazón.
Aquí me tienes, así me conociste,
acéptame, mujer, como soy,
así es mi vida, el alma se desviste,
y quédate conmigo, al menos hoy...
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