Soñé que ataba tu sonrisa a mis labios
sintiendo el sabor puesto en cada beso
con el amor cómplice del momento
desnudando el presente al cielo.
Soñé con tus manos en las mías
compartiendo el calor en la noche.
Fría la niebla, nos sonreía,
dejando espacio al derroche.
Soñé tu cuerpo desnudo a la luz de la luna,
iluminado por la efervescencia astral.
Diseñado para amar a su hombre
en la entrega apasionada y carnal.
Soñé que dibujabas el espacio
que compartimos sin elocuencias,
dejando correr los minutos
con la alegría de tu presencia.
Soñé que soñaba con la realidad,
vestido con mi traje de fiesta,
enlazado a tu cintura, caminando,
celebrando nuestra felicidad...
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