... y queda ese vacìo de pantalla
que me deja esperando tu respuesta...
El silencio lucha en su ardua batalla
en esta soledad mìa por amor impuesta.
Pasan los minutos en el reloj de mis versos,
llenos de insomnios, cargados de duendes y doncellas,
suspirando por cada uno de tus besos
mientras contemplo en el firmamento las estrellas.
Las palabras se han quedado en el ciberespacio,
a la espera de un nuevo amanecer,
esperando la luz que llegarà despacio,
para que se hagan realidad mis sueños, mujer.
Esos que anhelo cada vez que respiro,
esos que me dan vida y suspiros...
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