Yo la llamaba en su sueño,
querìa que despertara a mi voz.
La distancia no era impedimento,
por que ella mi eco escuchò.
La saludè con una sonrisa
y le regalè con amor una flor,
sabìa que mi corazòn la llamaba,
sabìa que mi alma a su alma le hablò.
La luz de sus ojos alumbrò mi mañana,
mientras que en su noche ella soñaba,
sueños con aquellos abrazos y besos,
aquellos por los que yo esta mañana suspiraba.
Cerrò sus ojos y acariciè su pelo...
Duerme, mi vida, que aùn es temprano,
duerme y sigue soñando, duerme
que cuando despiertes yo te estarè esperando...
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