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miércoles, 22 de febrero de 2012

LA VERDAD SIN ATENUANTES.




A veces siento atadas las manos
y hasta me muerdo la lengua,
veo que mi libertad mengua
lo mismo que la de mis hermanos.

No es sinónimo de cobardía
el  expresarme como lo siento,
el miedo es un lamento
y una falta de gallardía.

Mi pluma nació libre
con mis esmeros y arrogancias
y no sabe de ganancias;
sólo escribo para que la palabra vibre.

El sentimiento me desnuda
la disconformidad sin atenuantes
por que ya no es como antes
cuando la realidad era muda.

Es triste estar callado
y manso como un cordero
cuando se cierra el sendero
que queda junto al vallado.

Se abre en  mi corazón una brecha
que obnubila mis sentidos,
dando libertad a sus latidos
cuando la injusticia enciende la mecha.

4 comentarios:

  1. Por la libertad, tocayo, hay que luchar por que es el sentimiento más preciado del que el hombre disfruta; cantarla, retenerla, sentirla... para que nadie nos prive de ella.
    Un abrazo.

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