Amanecía y tras los cristales
se divisaba un cielo pintado de gris;
todo sigue igual, nada es diferente...
y pensé "¿ Qué me traerá el nuevo día..."?
Corren aires de regreso,
se palpa en el universo,
en la muda y gastada cavidad
de los silencios.
Ayer, como la vida misma,
como un día cualquiera,
subrayé sobre mi cuerpo
la palabra más antigua del alfabeto.
En esa lengua universal
que llega al mundo
sin ruidos, sin gestos
con ternura y sin miedos...
Esa palabra que hierve
en lo más recondito de mis sueños,
en mi alma, en mi pecho...
¡Te quiero...!
También te quiero Jose, también te quiero.
ResponderEliminarMuy bello el poema, me gustó todo :-)
Cecy
Gracias tesoro... Nada más hermoso que el amor que nos une.
ResponderEliminarJosé.