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viernes, 10 de febrero de 2012

PANADERA DE AMOR...


Mientras ella sonreía,
acentuando el sabor,
con sus manos panaderas
yo me sentía en el cielo.
Era tan grande el cariño
que ponía en el amasado
y tan ferviente mi admiración
por todos sus gestos,
que sólo se respiraba amor
y olor a pan en ese momento.
La harina había llegado,
entre los avatares de amasijo,
a manchar su nariz
con  graciosa blancura,
y con un beso fugaz
robe el enharinado gesto
envolviendo en calor
la ternura del momento.
Doy gracias a la espiga
que con su fruto
ha sido testigo de éste amor
y el pan que disfruto.

2 comentarios:

  1. Hacer el pan, es un acto de amor, y yo lo hice para ti con las manos, los sentidos y el corazón.
    Me da mucha ternura leerte narrando en un poema esa tarde en que para ti me convertí en panadera.
    Mi amor siempre contigo y para ti.

    Cecy

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  2. Amor, ha sido el mejor pan que he comido en mi vida, el que tú hiciste con tus manos; era tanto el amor que pusiste en su elaboración y tanta mi admiración en el proceso que, al comerlo, sabía que no hay en el mundo un pan más rico... ¡ Exquisito, cariño...!
    Tuyo siempre.
    José.

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