Contempla la tarde sola
lejos de miradas ajenas por llegar
buscando en los rincones anochecidos
al hombre que la supo amar.
No ha perdido la esperanza
de volverlo a encontrar
entre los hojas del otoño
que pusieron su punto y final.
Llegará el invierno a su vida
desprovisto de palabras, sin avisar,
más nunca llegó el olvido al alma
de aquella sonrisa al despertar...
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