De mayor quiero ser vagabundo,
pobre ya lo soy,
para sentir en mis huesos
el frío colchón de las aceras,
rodeado de perros,
en las noches de invierno.
Quiero ser mendigo de sustento,
sucio, con la barba larga,
descuidado el pelo
y las uñas mugrientas
en las tardes de Enero.
Con la mirada suplicante,
el corazón abierto,
una sonrisa dibujada
en la cara de amor sincero.
Sentado en las plazas
o descansando en el estero
con una mochila al hombro
donde llevaré mis versos
donde estarán guardadas mis historias
por que no tendré ni un triste lapicero.
Que a nadie le importe si como o muero
si estoy cansado o enfermo
si sufro o río, si tengo dinero...
Y si algún día aparezco muerto
que den sepultura a mis huesos
donde están mis sueños.
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