Llega la tarde
bajo las hojas del damasco.
El aire acaricia suave
la barba de varios días.
La soledad
insiste en ser mi amante
y llevarme
por los caminos
donde caminé antes.
Ladran los perros,
el sol se va cansado,
verano austral,
en busca del amor
que siempre había soñado...
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