Seguidores

martes, 15 de mayo de 2018

MAESTRO...




Se fue guiando por mis palabras, invitada
a seguir las instrucciones que le daba el maestro.

No puso resistencia, no podía, le invadía el deseo
de imaginar mis manos donde las suyas eran un hecho.
Acarició su piel enfebrecida, sinónimo
de desear derretir entre las sabanas su cuerpo.

Dibujé en su mapa todos los caminos
que llegaban al placer que tanto anhelaba.
Cuando escuché de su boca los gemidos
comprendí que desde aquél día no habría olvido.

Aprendió a usar mis manos, mis besos y mi pasión
a descubrir todos sus rincones como yo...


No hay comentarios:

Publicar un comentario