Se arrodilló delante de mi y con sus manos
abrió la cremallera de mi pantalón.
Sus ojos me miraban con un brillo especial
y una sonrisa picara de dibujaba en su boca al mirar.
Sabía que codiciaba el segmento que hay en mi entrepierna
y, poco a poco, lo dejó libre de ataduras y lo besó...
Su beso fue apasionado, libre de emociones y amor,
luego pasó su lengua por sus capilares y lo lamió.
Lo hizo suyo sin rubor, alojando su longitud
donde su calor húmedo nos estremeció...
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