No tengo celos de la vida
por que no me arranca ni un suspiro.
Solo siento que he visto la salida
en el espejo donde te miro.
Para que tus besos me ahoguen
en la saliva de tu boca
tendría que fundirme en el fuego
que tu cuerpo me provoca.
Quiero escribirte un verso
mirando a la mar, sentado en una roca.
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