Ven siéntate a mi lado
en esta silla que he reservado para ti.
Quiero conversar algo contigo
y no se cómo te lo voy a decir.
No tiembla mi voz
por que nada hay que temer
solo necesito que comprendas
que quiero agua para beber.
El vaso está medio lleno
o yo no he sabido beber de él
por que la sed que me embarga
solo se sacia en tus labios de miel.
Ven, dame tus manos
y deja en mi el calor de tu piel...
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